Desordenes del Sueño



159153_gdEl sueño es un proceso complejo, indispensable para la salud y bienestar del ser humano. Las investigaciones científicas de los últimos años han aclarado muchos conceptos relacionados a los procesos que se dan durante el sueño y la importancia de cada uno de ellos.

Algunos problemas que se dan al dormir (desórdenes del sueño) o algunas malas prácticas al dormir (por ejemplo una inadecuada higiene del sueño), pueden asociarse con ciertos problemas a corto plazo, como dolores de cabeza, fatiga o cansancio diurno, problemas de memoria o concentración, etc., y a largo plazo, pueden asociarse a un aumento del riesgo de desarrollar problemas con la presión arterial y el azúcar en sangre, entre otros.

Por ejemplo, pacientes que tienen Bruxismo (desorden del sueño en el que hay movimientos involuntarios periódicos e intermitentes de los músculos de la masticación), pueden presentar dolores en la mandíbula, cara y cabeza al despertar. Este tipo de cefalea (dolor en cara y/o cabeza) puede sentirse como cansancio, presión, “agotamiento muscular”, o sentir por ejemplo, la mandibula, cara o cabeza “adolorida”.

Muchas veces el bruxismo se asocia a dolores de cabeza de tipo tensional (“cefalea tensional”) y a dolores en los músculos de la cabeza y cuello. En algunas personas, se puede presentar una condición dolorosa muscular que se conoce con el nombre de “Síndrome Miofascial”, que puede asociarse también al bruximo y a la cefalea tensional.

El Síndrome Miofascial es una condición en la que se presentan ciertas áreas de inflamación en el músculo, áreas que pueden ser dolorosas y se conocen con el nombre de “puntos gatillo”, porque al presionarlos o palparlos, pueden “enviar” el mensaje doloroso a otras áreas distintas al músculo que se ha presionado. Es decir, podemos tener dolor de oído, ocasionado por un punto gatillo en uno de los músculos del cuello, o tener dolor dental o dolor “de cabeza” ocasionado por puntos gatillo en los músculos masticatorios.

Esta situación, en un paciente que “sufra” de migrañas puede convertirse en un gatillo o detonante de una cefalea migrañosa, y contribuir a que la misma pase de ser episódica a ser continua (es decir, pasar de ser poco frecuente, a casi diaria).

Es frecuente observar entonces, en personas que tienen una predisposición a las migrañas, ver que las mismas se intensifican y aumentan en frecuencia, cuando se asocian a cuadros de bruxismo y síndrome miofascial.

Debido a que el bruxismo es un desorden del sueño, es común observar un incremento de las molestias en las mañanas, ya sea como un dolor facial, una cefalea tensional o una migraña.

El bruxismo se intensifica durante periodos en los que el sueño se ve afectado ya sea por la ingesta de alimentos, bebidas o sustancias excitatorias (como la cafeína, la nicotina y ciertos medicamentos -como antidepresivos- o drogas recreacionales), por modificaciones en los horarios de sueño o en las horas que se logra dormir, por aumento en los niveles de estrés, e incluso, en ciertas enfermedades.

Otros de los desórdenes del sueño que se presentan con frecuencia, son los ronquidos y la apnea del sueño obstructiva.

Los ronquidos pueden producirse por varias razones. Usualmente en los pacientes que roncan hay cierta resistencia al paso del aire durante la respiración, a nivel de la zona de la “garganta”, en donde se encuentran las “amígdalas” (la región posterior de la lengua y de la úvula o “campanilla”, y el paladar blando). Esta resistencia puede deberse a amígdalas agrandadas, una lengua grande o elevada, un paladar blando largo, una úvula grande, y puede asociarse a problemas nasales, ya sea por cuadros alérgicos, inflamatorios o infecciosos, a desviaciones del tabique nasal, cornetes agrandados, etc. Los ronquidos pueden ser leves, moderados o severos y pueden (al igual que la apnea obstructiva) afectar la calidad de la respiración y disminuir los niveles de oxígeno que entra al cuerpo durante los episodios.

Es muy frecuente observar en pacientes que roncan de manera severa, episodios de Apnea Obstructiva entremezclados con los ronquidos, durante periodos determinados del ciclo del sueño. A diferencia de los ronquidos, la Apnea Obstructiva produce un bloqueo completo temporal en la vía área, lo que hace que se detenga de manera momentánea (por segundos o inclusive minutos) el flujo del aire, lo que obliga al individuo a hacer un esfuerzo mayor de respiración, asociándose a despertares momentáneos y fragmentación del sueño (es decir, no se logra un sueño continuo, sino intermitente) y con el consecuente impacto sobre los niveles de oxigenación.

Esta disminución de oxígeno (o de saturación en los niveles de oxígeno) en la sangre, se ha asociado a dolores de cabeza matutinos e incluso a riesgo aumentado a padecer problemas cardiovasculares (del corazón), diabetes, cierto tipo de cánceres, entre otros.

En los últimos años se ha asociado la variación en los niveles de oxigenación durante el sueño en niños, a problemas tan frecuentes como el déficit atencional y la hiperactividad, además de, por supuesto, dolores de cabeza.

Esto nos hace pensar en la importancia que tiene una adecuada higiene del sueño, para el bienestar integral de todo ser humano. No solamente es importante dormir la cantidad de horas adecuada (aproximadamente de 7-9 horas en adultos, 10-13 horas en niños, 13-15 horas en infantes), en un ambiente correcto (sin luz directa, sin equipos electrónicos con iluminación) y con horarios establecidos

Dra. Eka Pérez-Franco MS, ABOP