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Retos para un buen diagnóstico

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El dolor orofacial es un problema universal y, en muchos casos, mal diagnosticado, porque no necesariamente se origina donde se presenta la molestia, lo que confunde a pacientes y médicos.

Puede manifestarse en distintas partes de la zona craneofacial, por ejemplo, como un dolor dental o bucal, en la mandíbula, al masticar, dolor con una sensación quemante o eléctrica en la cara, dolor cerca del oído, sonidos al abrir o cerrar la boca o dolores de cabeza.

Estos problemas pueden deberse a una disfunción de las articulaciones, músculos, nervios y vasos sanguíneos en la cabeza. Los afectados pueden tener, además, problemas de contracturas musculares del área cérvico- dorsal o problemas del sueño como el bruxismo y la apnea obstructiva, que les ocasionan dolores o molestias en la cara, cabeza y garganta.

Recientemente, profesionales de varias ramas de la salud debatieron y se actualizaron sobre estos temas durante el Primer Seminario del Algeología Orofacial de Panamá, celebrado en la Ciudad del Saber.

Entre los puntos destacados se pueden mencionar: la importancia de que los médicos comprendan los mecanismos del dolor y qué factores pueden modificarlo; la necesidad de considerar la historia completa del paciente para poder llegar a un diagnóstico acertado y así brindarle un tratamiento efectivo; y la importancia del trabajo interdisciplinario entre odontólogos, otorrinolaringólogos, psicólogos, fonoaudiólogos, fisioterapeutas, especialistas en medicina del sueño, ortopedas, etc.

Uno de los expositores invitados fue el Dr. Gary Heir, director del Programa de Algeología Orofacial de la Universidad de Medicina y Odontología de Nueva Jersey (EU), quien explicó que en muchos casos, el paciente acude al dentista porque cree tener un problema dental (cuando en realidad puede ser una migraña que refiere dolor a la cara, entre otros) e, incluso, puede pasar por varios procedimientos como extracciones o endodoncia, pero el dolor sigue porque el problema es mal diagnosticado. “En EU hay entre 3 y 5 millones de personas que necesitan tratamiento, desafortunadamente, porque han recibido otro antes que no funcionó”.

Según el Dr. Heir, la medicina dental tradicionalmente se ha enfocado más en “lo mecánico”, y aunque un dentista competente puede hacer un buen trabajo tratando a un paciente por un problema dental, a veces se separa un poco de otros asuntos médicos, cuando el afectado puede tener, por ejemplo, una neuralgia o un dolor músculo- esquelético.

Sin embargo, añadió que los métodos de diagnóstico están mejorando y cada vez los dentistas y otros médicos están más al tanto de problemas de salud que no necesariamente son de su área de especialidad, gracias a la internet, los artículos publicados en revistas especializadas y a que los pacientes están aprendiendo, compartiendo sus experiencias con otros y demandando mejor atención.

Para hacer un diagnóstico adecuado, el médico debe tomar en cuenta no solo la edad, sexo y grupo étnico del paciente, sino también su estilo de vida, el trabajo que realiza y los factores externos (cultura, estereotipos) e internos (miedos, ansiedad, depresión), ya que el dolor es algo subjetivo y estos factores pueden afectar la percepción del paciente, dijo Heir.

“En esta reunión se ha demostrado la necesidad de que todos los profesionales trabajen en conjunto. En la Universidad de Nueva Jersey donde trabajo, interactuamos con neurocirujanos, otorrinolaringólogos, y nos referimos pacientes”.

“Tenemos que trabajar en equipo en Panamá, porque la mayoría de estas patologías tiene factores múltiples”, añadió la Dra. Eka Pérez- Franco, especialista en algeología orofacial y presidente de la Asociación Istmeña para el Estudio del Dolor.

TERAPIAS

El tratamiento del dolor orofacial dependerá de la condición de cada paciente.

Aquellos con problemas del sueño pueden tomar fármacos, usar aparatos bucales, recibir terapia para el manejo del estrés, física o cognitiva-conductual.

La licenciada Ana Elena Mariñas, del Centro de Cefaleas, Dolor Facial y ATM, explicó que está comprobada la eficacia de la terapia física como parte del proceso de recuperación en casos de dolor orofacial.

“La fisioterapia no solo es analgésica, sino educativa, porque al paciente se le instruye para mantener un estilo de vida saludable. Los tratamientos se adaptan a cada persona y no hay contraindicaciones, como sucede con los fármacos”. Cada uno debe ser evaluado por un especialista que lo refiere a terapia, se le hace una valoración de su problema y se planifica su tratamiento, el cual debe ser monitoreado.

Las terapias, que pueden incluir electroanalgesia, ultrasonido, laserterapia, tratamientos físicos (ejercicios respiratorios, aplicación superficial de calor y masajes), buscan reducir la inflamación articular, la contractura de los músculos masticatorios y eliminar los puntos gatillo o las fuentes de dolor.

En la exploración se observa la integridad articular y de la piel del paciente, la ergonomía y mecánica corporal, la postura, las características del sistema músculo-esquelético, neuromuscular y el tipo de dolor que presenta.

También es importante conocer el aspecto emocional (la persona puede estar ansiosa o frustrada, porque está cansada de ir donde varios médicos y no mejora), el estilo de vida (muchos pacientes son de alto nivel competitivo y profesional, siguen funcionando y no restan tiempo para su situación de salud) y las condiciones preexistentes (tienen otros tipos de dolores, han recibido medicamentos, etc.).

Como señaló Mariñas, todo esto es importante porque en la medida que el paciente, después de ser orientado, esté dispuesto a poner de su parte y hacer cambios, se facilita su recuperación.

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